martes, 13 de agosto de 2013

Mis tetas y yo

Hoy ha llegado a mis felices manos un artículo publicado por una chica sobre las tetas, el poder que tienen en nuestra sociedad y como las mujeres son juzgadas por tenerlas. No voy a compartir el artículo entero porque es francamente larguísimo, pero hay algunos fragmentos que me han parecido muy interesantes y por ello voy a compartirlos por aquí :)


"Frente al espejo la niña descubre que las tetas no tienen un propósito propio. Las tetas son para el otro. Para amamantar a un niño en un futuro. Para ser codiciadas por un hombre. Las tetas no sirven para nada si no hay un otro. Son una expresión física de su condición femenina. De ser un ser para otro ser. Un ser que se define en el otro. Toda la injusticia de la especie se concentra para ella en su pecho. El útero también es injusto, pero odiar la regla es algo que se acepta socialmente. Para odiar las tetas tienes permiso, pero únicamente en cuanto a sus particularidades “odio mis tetas porque son así” y no en cuanto a concepto.

Después está el tema de la atracción. La niña que posee tetas descubre que no le es indiferente a la mirada de los hombres. Los ojos la siguen a donde va. Antes de tener tetas, una niña tiene culo, es cierto, pero el culo siempre se está yendo, las miradas se le pegan por detrás. Las tetas siempre están viniendo, y encontrarse de frente con la mirada del otro es una experiencia nueva. La niña se siente protagonista, pero no sabe qué sentir al respecto. No sabe si quiere o no la atracción que genera. Puede sentir que no la merece, que no ha hecho nada para conseguirla. Las tetas crecieron en ella sin su intervención."

"Algunas sufrimos por tenerlas grandes, otras por ser planas. A algunas mujeres no les gusta la forma de sus tetas, a otras el color. Los pelos son más comunes de lo que todo el mundo cree. Algunas tienen los pezones  raros, invertidos, o demasiado grandes, o protuberantes. No hay un prototipo de teta normal, aunque todas creemos que sí. **Aceptar tus propias tetas es un proceso que dura años, y cuando finalmente lo haces, se te empiezan a caer. **"

"El verano pasado Israel y yo fuimos a Málaga. Estábamos tumbados en la playa tan tranquilos, cuando de la nada salió una tía en tetas, puso su toalla en la arena frente a nosotros y se acostó a tomar el sol. No era una tía especialmente guapa, y ni siquiera estaba mirando a Israel, pero yo me indigné.
Para situaros un poco en contexto: no estoy acostumbrada a ver tías en tetas. En América es ilegal tomar el sol topless excepto en las playas nudistas. Todas se operan en Venezuela, pero nadie se quita el bañador. Así que la imagen fue algo nuevo para mí. Por otro lado, aceptar mis sentimientos negativos también era algo nuevo. No se supone que uno debe sentir indignación frente a una tía sin bañador. Pero estaba practicando la auto-aceptación, y la primera parte de la auto-aceptación es verse tal cual uno es.
Me indigné, me puse territorial. Lo que yo sentí era una traición. Pero nada había ocurrido. ¿Por qué me sentía traicionada?
Le dije a Isra: “Si ella quería venir a la playa en tetas, debería haber venido con sus amigas. Eso estaría bien. Pero ¿venir sola, en tetas, y acostarse allí frente a todo el mundo? Eso sólo lo haces si estás buscando algo” Intenté darle la vuelta a la idea: ¿qué pasaría si algo hubiese pasado? ¿con quién me enfadaría? Mi respuesta me confundió aún más: me enfadaría con mi novio. Entonces, ¿dónde está realmente el problema?, ¿cuál es la traición que ella comete? y más importante aún: ¿contra quién?"

"Después de darle vueltas durante horas descubrí lo que sentía realmente: el acto de ir a la playa en tetas es injusto porque tienta a los hombres, incluyendo a mi novio."

"El hombre teme al poder de la mujer y al cubrirla “desaparece” su feminidad, su otredad, su amenaza. Ella  acepta cubrirse siempre y cuando todas las demás mujeres se cubran con ella. Dado que la sexualidad femenina es irresistible, la mujer cree que nada puede competir contra unas tetas desnudas. No importa qué tan bella, inteligente, sensible, o apetecible ella se considere, cree que frente a unas tetas desnudas, su atractivo queda “neutralizado”. Por esa razón ella sólo acepta cubrirse si no hay otras tetas a la vista.
El pacto de Eva también es un pacto entre mujeres, y traicionarlo tiene consecuencias. Cubrir las tetas es un pacto de desarme. Muchos países tienen armas nucleares, pero hay un acuerdo tácito, un pacto, de no usarlas. Si un país amenaza con hacer uso de su poder atómico, los otros países lo condenan. Y lo mismo ocurre con las tetas.
La mujer que se exhibe traiciona ese pacto. Salir en tetas es hacer uso de tu bomba atómica cuando todos los demás guardan las suyas. Es violar un pacto que iniciaron los hombres, pero que perpetuamos todos. La mujer vigila que el pacto se cumpla, y castiga a la infractora con la burla, el rechazo, o el ostracismo. El hombre, en cambio, anhela que rompa el pacto, pero cuando lo hace la tilda de puta."

"Putificar significa degradar o burlarse de otra mujer por su conducta sexual. Las excusas para putificar a otra mujer son muchas. Se le putifica por usar ropa ajustada o reveladora, por disfrutar del sexo, por tener sexo con frecuencia, o con varias personas, o incluso se le puede putificar porque existe un rumor sobre ella. No siempre se le putifica implicando que es una puta. Se puede hacer de una manera más sutil implicando que por su conducta sexual es tonta, superficial, o machista, o cualquier otra cosa negativa.
Una persona que putifica a otra cree que está castigándola solamente a ella, pero dado que la putificación se hace en público, el mensaje es para todos y es el siguiente: una mujer que disfruta de su sexualidad es mala, participar en actividades sexuales es malo, la mujer debe cubrirse. O mi favorito: nadie quiere a una mujer que es una puta.
Pero si el sexo es concensuado y te sientes segura con tu pareja… entonces el sexo es bueno. Disfrutar de tu cuerpo es bueno. Expresar tu sexualidad es bueno. Lo que hagas con tu cuerpo, con tu ropa, y con tu pareja es algo privado. Nadie tiene derecho a juzgarte por eso. No, ni siquiera tu madre."

"La putificación alimenta la tolerancia a la violencia contra la mujer. El pacto de cubrir a las mujeres parte de la excusa monoteísta de que su sexualidad es peligrosa. Que al igual que Adán, el hombre no se puede resistir al pecado de la mujer. Esa idea representa un grave peligro para nosotras. Si la mujer es la que tienta y el hombre no se puede resistir, entonces ¿de quién es la responsabilidad cuando ocurre una violación? Si crees en el pacto, entonces la respuesta es simple: la mujer tiene la culpa por haberse expuesto. El hombre no se puede resistir. ¿Ves el error?"

"La única manera de liberarnos del pacto es ver a las mujeres que nos rodean como aliadas, y no como enemigas. En vez de criticarles el escote, apláudelo. Apláudelo aunque tú no te lo pongas. Aplaude su coraje, y aplaude también su libertad de elección."

"La feminista anti-porno de esa época sigue existiendo con otra cara. Es la feminista machista de hoy en día que degrada a las mujeres por mostrar su feminidad. Creen que ninguna mujer puede disfrutar de la cocina, o de las manualidades, o de tener hijos, o de sus tetas. Consideran que todas estas cosas son producto de la educación, de la sociedad patriarcal. Y así se enfrentan a la opresión de la mujer negando la feminidad."

"Esto es justamente lo que hace el machismo. El machismo tiene muchas formas, pero lo principal es que busca quitarle a la mujer su capacidad de elegir. Robarle a una persona su libertad de elección es convertirla  en una víctima. El machista obliga a la mujer a quedarse en su casa, le prohíbe estudiar, o la fuerza a vestirse de una manera específica. ¿Qué hace el mal feminismo? Lo mismo. Le prohibe que cocine, que se exhiba, que participe del sexo, y que disfrute de su hogar.
En ese sentido el mal feminismo y el machismo son lo mismo, y ambos subordinan la individualidad al bien social. Ambos traicionan al individuo. Pero cada persona sólo vive en su individualidad. La mujer no existe como concepto, sólo se realiza en la singularidad de un sujeto concreto. Nadie se realiza en lo colectivo. Respetar el derecho de libre elección es la base del feminismo, y también de ser una buena persona."

"¿Realmente es tan difícil comprender que la feminidad tiene más de una cara? ¿Que una mujer puede ser más que Eva o María?
Es fascinante ver el cambio del lugar de la mujer en la mitología. ¿Cómo pasamos de adorar a Cibeles, una diosa que va en un carro tirado por leones, a adorar a la Virgen María? Cibeles es fuerte, aguerrida, orgullosa, y poderosa. La virgen es una mujer sumisa, silenciosa, obediente, y esclava del hombre. ¿Con qué excusa convencieron a nuestras abuelas para que cambiaran a Durga por la virgen? La excusa debió ser realmente buena, lo que no me explico es cómo seguimos dándole crédito a religiones tan humillantes."

"Existe la mujer que ama lo salvaje y que desea ser libre como Ártemis, pero también existe Hestia, la diosa del hogar, que ama su casa y la autoreflexión. Hay mujeres a las que les gusta genuinamente cocinar, bordar, tejer, y tener hijos. Es tan válido disfrutar de esas cosas como ser una mujer de carrera, una exploradora, o mujer de mundo. También puedes adoptar varios modelos diferentes. Hay mujeres que se sienten mal porque creen que su personalidad es contradictoria, pero quizás tienen varias diosas diferentes dentro de sí, y eso está perfectamente bien.
Cuando te abres a nuevos arquetipos, a nuevas diosas, eres tolerante con las mujeres que hay a tu alrededor. Comprendes que el mundo no es una carrera, y que no existe una sola meta. Hay muchas maneras de ser mujer, y cada una es válida. El camino de la autoaceptación comienza por la apertura mental."

"Cuando te mires al espejo sé gentil con tus tetas. Cuando escojas tu ropa también. Compra los mejores sujetadores para ti, que sean de tu talla y te den un buen soporte. Camina sacando el pecho y no encorvándolo. No las critiques por sus “fallos”. Si estás descontenta con tus tetas, en el fondo es un reflejo de un descontento más profundo hacia ti misma. Aprende a querer a tus tetas y te estarás aceptando un poco más.
Ama tus tetas cada día, y siéntete orgullosa por tenerlas. Comprende a las mujeres que te rodean. Aprende también a apreciar las tetas ajenas porque después de todo, son también símbolos de tu feminidad. No juzgues a otras por su escote, ni siquiera a las famosas. Lleva tu feminidad con orgullo. Lo que quiero decir es que toda mujer debería sentir la libertad de mostrarse como quiere y cuando quiere sin ser juzgada por su elección. Si quieres usar escotes, o si quieres mostrar tus tetas, ¡hazlo! y si alguien te critica siéntete libre de hacerles un corte de mangas."


Os dejo el link a la web original, por si queréis leer el artículo compelto ;) http://acapulco70.com/mis-tetas-y-yo/